Se realizó la sustitución del plato de ducha existente por uno nuevo, manteniendo la misma ubicación. Se elevo las tomas de grifería para adaptarlas al nuevo conjunto de ducha, y se alicato las paredes hasta una altura de 120 cm, garantizando una terminación homogénea y resistente a la humedad.
Uno de los aspectos más destacados de esta reforma fue la eliminación de una mocheta situada bajo la ventana, lo que permitió liberar espacio útil en la zona de ducha, mejorando tanto la amplitud visual como la funcionalidad del área.
Asimismo, se eliminó la sobreelevación del plato de ducha anterior, instalando un modelo a menor altura o a ras de suelo, lo que facilita el acceso y mejora significativamente la seguridad y comodidad del usuario durante su uso.